lunes, 22 de febrero de 2010

Segunda semana, segundo semestre.

Siento ya tan lejana esta historia que puede que pierda veracidad, una disculpa adelantada por la falta de fidelidad que pudiera tener este texto. Por cierto, estoy por empezar la quinta semana y todavía no tengo la tercera ni la cuarta escritas.


Lunes: No hubo clases. Next.


Martes: No fue Maru (sabrán el por qué en la cuarta semana). Lastra nos dejó pensar en cómo podíamos comunicar a unos extraterrestres las tragedias que sufrimos en el planeta. (La solución la sabrán en la tercera semana).


Miércoles: Frustración por el dibujo. Larisa nos ha dejado una serie de ejercicios en los que tenemos que dibujar muchas cosas. La verdad, de todas las artes, es la que menos disfruto: tengo algo atorado con eso. Hace un semestre (del cual todavía no me atrevo a escribir) no vivía esta situación y el hecho de que ahora la sufra me hace sentir un poco de impotencia; pensar que el plomo y el granito del que están hechos los lápices son mi elemento zodiacal, y que cuando era chiquito con lo que más disfrutaba escribir era con ellos... todavía, hasta hace algunos años, decidí cambiar el lápiz por la tinta en una acción psicomágica por intentar darle más firmeza a mis palabras y a mis acciones. Ahora sólo crea una perenne ironía de esta situación.


Jueves: No pude llegar con Bermúdez porque amaneció lloviendo: fue el día de la lluvia eterna. Ariel me fue a dejar a la escuela para que no me mojara tanto (era imposible tomar un camión sin llegar mojado a tu destino). Llegué pensando que mi clase empezaba a las 12pm así que tuve que esperar más de una hora con un malnacido frío que me acosaba por mi espalda mojada. Por fín llegó Araceli, quien nos dio la primera clase a los pocos compañeros presentes, y después nos dejó ir temprano.


Caminando por los pasillos de la escuela me encontré a Gonzalo con quien ya había quedado de ir a mi casa saliendo de clases. Por una extraña razón nos encontramos a unos compañeros (que omitiré sus nombres hasta que tengan una relevancia importante en la historia) Así que aproveché para decirle a Gonzalo que los invitara a mi casa y así conseguir el Flower Power que buscábamos desde la semana pasada. Uno no quiso ir, dijo que tenía cosas que hacer pero el otro (eran dos desde un principio [por si se me olvidó acotar]) sí nos acompañó. El que se quedó nos consiguió las Florecitas. La ambientación de toda este día era lluvia, mucha lluvia, y fría.


Conseguimos lo que queríamos y nos fuimos a mi casa decididos a fumar. Cuando llegamos Ariel me habló por teléfono y me dijo que Alex ya venía para la casa, así que se nos sebó la idea de hacerlo y preferí posponerlo para un siguiente día. Preferí pedir una Pizza y enseñarles a Gonzalo y al compañero el concierto de Fangoria.


Sábado: Día de Saturno, mi Padre. Este día decidí fumar después de casi 3 años de abstinencia. ¡Qué mejor día! Después de discutir un rato con Ariel sobre mi decisión a hacerlo, me preparé un porro y también psicológicamente para hacerlo me subí a fumar a la azotea con un poco de culpa.

¡Qué rico! (parafraseando a Susi), sentí como lentamente llegaba el efecto. Pero no sólo eso, también vi a los cotorritos verdes (de los que tanto me hablaba Ariel [Él sabía que cruzaban el cielo a determinadas horas y me lo decía, pero yo aún así nunca los había visto]), cruzaban el cielo en dos parvadas una de seis y otra de tres cuando vi esa dije: esos somos Alex, Ariel y yo. Y me puse a escribir en el techo de la azotea con la punta de un clavo: Alex y Ariel, todos los aman, pero los ama más mi alma y cuerpo que les grita: vida. Los ladridos de un perro me sacaron de mi ensimismamiento, ¿lo dije bien? (parafraseando a La Veros Castro), era La Chicles y el Soliloquio que se ladraban (de un lado a otro de la reja de la imprenta) extrañándose. Traté desde la azotea de calmar a La Chicles y sí, efectivamente funcionó, pero también en ese preciso momento estaba por empezar Dynamis así que sólo le dije que iba a tratar de hacer algo al respecto y que mientras se calmara.


Llegué todavía con el olor de humo adornando mi culpa a acostarme en el piso a jugar Dynamis. Aquí fue cuando sentí que se me había olvido muchas de las cosas que se sienten cuando consumes “el dejo de las flores” me sentía nuevo y de cierta forma como un niño, era raro, pero delicioso, lo extrañaba.


Cenamos en Italliani's, Ariel su ensalada, Alex su lasaña, y yo mi pizza favorita.

domingo, 14 de febrero de 2010

Primera semana, segundo semestre.

Lunes: Phillipe strikes back, y ahora con una muleta como metralleta, “Lenguaje Visual” va a ser su única materia por este semestre; terminando su clase sigue “Arte y Tecnología” con Ponce de León, funcionando muy bien. Estas dos clases las comparto con Martha, Fred y la segunda con Roberto también. En la primera nos falta Roberto pero los sustituimos un poco o un nada con los compañeros de grupo del semestre pasado, como por ejemplo: con Oriel (jo jo jo, corrijo, muahahaha), con Giselle (Aries presente Chinga'o) y hmmm oh sí, el alacrán de los ojos verdes, Diego Omar, aunque según él prefiere que se le llame Zurdo :o. También se me olvidaba Chalito (Chalito es mi íntimo), con él, igual, comparto más de una clase y con casi todo su grupo del semestre pasado también.


Martes: Doña Maru Rabadán (ella sí Jo jo jo) instruyéndonos con su cultura y con “Cultura Visual”, demostrando aparte de un currículum muy ruidoso y lleno de nombres que ni conozco una gran falta de de cultura en videojuegos. Nada que no se pueda arreglar :P. Fred quedó encandilado con su belleza que combinada con su inteligencia, para él hacían buena mancuerna. Estudió en la ¡IBERO! (Me reservo el derecho de no delatar el por qué de mi exclamación). Paco Lastra, que en un principio detecté su acento divertido como cubano pero que la intervención de Roberto de decir que también podría ser de Acapulco me pareció muy chispa. Finalmente nos terminó por confirmar que es un hijo de Fidel y que en su matería aparte de ser como un dios para nosotros iba también a llamarse “Fundamentos de la Tridimensión” :o (suena pedorra [parafraseando a Edwin García]).

Tiene un ¡BAR! (El motivo de mi exclamación “en este caso” [parafraseando al Doc] suena muy obvia).


Miércoles: La luz, “Iluminación” (que es el nombre oficial). Larisa Escobedo :o, la onda, así de simple. Volvemos a estar en “P2” (parafraseando a Phillipe) “Pintura 2” un “bonito” lugar ubicado a un lado de los talleres de mantenimiento de la UAEM y confirmando de una vez por todas la falta de instalaciones que tiene nuestra “gran” facultad y adorada (parafraseando a La Veros Castro). Creo que Larisa es lesbiana pero de eso me dí cuanta muchas horas después de salir de su clase, empecé a atar cabos y finalmente creo que lo confirmé con algunos compañeros. Me gusta que así lo sea, creo que le añade otra visión a su enfoque como artista.


Jueves: Bermúdez/”Lenguaje Visual”, otro enfoque. Me gusta, aunque no el sarcasmo, pero, ¿cómo le sacas ese vicio a la gente?. Ni modo. Ésta clase fue de prueba , pero es probable que no lo sea, todo depende de si me es posible tomar las dos. Araceli Barbosa no fue y no tuvimos clases aunque hicimos (Fred y yo) que Martha viniera en vano :P.


Salí con Gonzalo, Fred y Roberto a buscar Flower Power por varias partes dentro y fuera de la universidad pero no encontramos y entonces planeamos ir a consumir alcohol a mi casa, pero, Fred y Roberto se desesperaron porque Ariel (uno de los vértices de mi triángulo) no llegaba del IBT para llevarnos a la casa así que sólo quedamos Gonzalo y yo, que también hicimos lo mismo porque ya que llegó Ariel nos dijo que se iba a tardar un rato más, así que tomamos la ruta 9 y fuimos a mi casa. Llegamos, me puse a cocinar, no sin antes tomar unos cocteles como aperitivo :P, y mientras platicábamos de un proyecto de este año, llegó Alex (el otro vértice que faltaba). No lo esperábamos hasta mañana, pero llegó :D. Gonzalo y yo ya encarrilados con el alcohol nos decidimos a ir a ver a “La Gorda” pero no podíamos ir sin saber antes si se presentaba o no, cuando en el momento se me ocurrió la idea de quién podría saber y fue, por supuesto, Iván.


Le llamé, me dijo, le dije, llegó y llegó con un alacrán: José María se llamaba :S, no me acuerdo ahora, pero sí me acuerdo de toda la noche que nos siguió después de que nos fuimos de mi casa y llegamos al bar. Tomamos, Gonzalo y yo más, bailamos, nos divertimos y cantamos con La Gorda, bailamos todavía más, me desafané de un borracho acosador del bar y nos fuimos a “jotear quejosamente” y a establecer y tatuar por cada ladrillo de palacio de gobierno de Cuernavaca el famoso “¡Amiga Wow! de Iván y José María mientras dábamos vueltas por todo el centro de la cuidad. Fuimos a parar de caminar hasta el Sanborn's del centro y ahí decídimos, después de dos ofrecimientos de sexo; uno cobrado y el otro pagado, que mejor sería irnos a dormir, Iván y José María por un lado y Gonzalo y yo por otro. Gonzalo esa noche se quedó a dormir en mi casa. Mientras yo en otro cuarto me iba a juntar con mis otros dos vértices y juntos en un tríángulo nos dormíamos.


Viernes: Alex me despierta diciendo que tiene que ir a DF de emergencia (trabajo) y que regresaba al rato, apenas y podía abrir los ojos y entender lo que me decía. Estaba mal, crudo. Todo ese día me sentí mal, dormí varias horas en la mañana, varias en la tarde y me acosté temprano para despertarme a las 5:30 de la mañana del sábado a jugar “The Force Unleashed”.